(Septiembre 2013)
(Mural pintado sobre la pared del centro penitenciario -sala entrada de recepción de la familias-, dirigido por el Maestro David Zaafra y confeccionado por el Artista con la colaboración de diversos Artistas del Grupo de Huerta Cercada, entre ellos se encontraba, Makanguipy)
Inauguración del mural: Esperanza y Libertad, del pintor David Zaafra
(Periódico Digital: Despierta tu mejor tú):
(Escrito por Enrique Iglesias el Domingo 22 de Septiembre de 2013)
El, pasado jueves 19 de septiembre, se inauguró el mural Esperanza y Libertad, del pintor David González ZAAFRA, en el Centro Penitenciario de Albolote, en Granada. Es digno de reseñar, la colaboración en la creación de este magnífico mural, tutelada en todo momento por el maestro Zaafra, del Grupo de Pintura Huerta Cercada de Huetor-Vega.
La escritora y poeta (o poetisa, como más guste), Natalia Ramos, dedicó para este acto el significativo texto de presentación que os transcribo, a continuación:
Son Esperanza y Libertad, dos términos a los que el Ser aspira desde sus inicios. Ítacas donde anclar la nao tras un viaje empedrado a base de luchas y obstáculos. En este espacio de espacio acotado, esas Ítacas son aún más lejanas y escurridizas. La nave que gobiernan los marineros de este océano de soledades, tiene la madera áspera y astillada, y las fugas de agua y lágrimas, a menudo dificultan el avance de la travesía; travesía que tiene como puerto final, Libertad y Esperanza como brújula.
Sí...La brújula desvaría en las noches de galerna en este mar de cemento. Sí...Sus verdes agujas enloquecen y no encuentran norte que indicar, permitiendo casi comandar el buque a su antítesis: la desesperanza. Ella nunca marcará el buen puerto. Ojalá en esas noches de vigilia sin consuelo, la tripulación otee la pared que antes blanca y muda, ahora es adalid de las Ítacas soñadas.
La desesperación es convexa, su curva repele los sentimientos y es inmisericorde con el que precisa de un abrazo, una palabra de aliento, o aún más, con el que tan sólo necesita guardar silencio sin ser juzgado por lo que ya fue.
La Esperanza en cambio, cóncava. Como un útero maternal en el que es posible que la vida se geste de nuevo. Es cóncava, como el muro que ahora se inaugura, y que, dispuesto a acoger los gritos de desgarro, que a veces son silenciosos -y no por ello menos aterradores- rodea con sus brazos curvos y generosos a los que buscan su destino.
La verde señora es madre, mujer y paloma. También paciente como su nombre...Sabe esperar la Esperanza; y en éste, su mural abrazador, donde una bailaora muestra su seno para alimentar el hambre de ilusión, y en su esfuerzo, las gotas de sudor se transmutan en palomas de amaneceres, de saber esperar la tripulación del barco viejo y destartalado. Aquí, donde el alarido rompe las barreras mentales, y un consuelo tierno es capaz de reparar la brújula hecha pedazos, se reanuda el viaje.
Todos y todas somos Ulises, y el trayecto una Odisea, pero el Arte de Zaafra, que es clarividente, y sus creaciones siempre son el germen de un nuevo comienzo, será quizás, una nueva ruta que encamine y guíe pacientemente hacia esa Ítaca añorada: la Libertad.
Zaafra, recrea el drama de la pasión. Su pincel transfomado en vara mágica, y él en sumo sacerdote, integran la ceremonia sagrada en cuatro actos y una sentencia firme, resucitando la voz de El gaucho Martín Fierro, en los certeros versos de José Hernández:
La ley es tela de araña
en mi ignorancia la explico:
no la tema el hombre rico
nunca la tema el que mande
pues la rompe el bicho grande
y sólo enreda a los chicos.
El universo simbólico de Zaafra queda reflejado dentro y fuera del mural: dentro baila en trance su arte una mujer, la misma transformada que abraza sentada en una silla (de espaldas a la petinencia que los barrotes imponen), la inocencia de su hijo. Frente a los barrotes asidos por dos manos, canta al niño hecho hombre cautivo, "Potro de rabia y miel", Camarón. Pero...el baile no cesa, al compás del metrónomo flamenco, la bailaora en su danzar amamanta la Vida. Existencia renovada que, del revolotear de sus manos, engendra el arte de volar (fuera del mural) cual paloma que revienta en su ascenso al cielo toda opresión.
Descubrimos a un Zaafra que sacraliza y bendice, con la maestría del trazo y color de su pincel, la desnudez de una existencia cautiva. Sufriente. Revelada al observador de su obra -también cautivo por la visión- en un mensaje: "La fe del que se sabe prisionero, nunca ha de perderse". Zaafra nos recuerda que, en el interior del corazón de todo hombre y mujer de Gaia, habitan Esperanza y Libertad.
Desde Despierta tu mejor tú, felicitamos al maestro Zaafra por su obra, y a todas las personas que han hecho realidad tan hermoso proyecto...
Foto: INAUGURACIÓN en el Centro penitenciario:(El Maestro Zaafra con diversos Artistas de Granada y colaboradores directos en el mural entre las que se encuentra Makanguipy .-1ª de la Dcha-)
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